El 1x1
del Girona 0-1 Elche
Por Jordi Bofill
Becerra: 5. Aunque es cierto que no pudo hacer nada en
el gol visitante, dejó varias acciones dubitativas por lo que en él es
habitual. Se mostró inseguro en alguna salida y balón aéreo pese a evitar el
0-2 en los últimos minutos.
Kiko Olivas: 7. Perfecto tanto de central en defensa de
tres como de lateral en defensa de cuatro. Seguro, sin complicarse la vida y
evitando males mayores sacando diversas acciones de uno contra uno. Rozó el
empate en un cabezazo que le sacó Lejeune.
Alcalá: 7. Su mejor partido desde que viste la
camiseta del Girona. Evitó dos goles cantados, uno en cada tiempo. En el
primero sacó el balón cuando entraba a portería vacía y en el segundo rechazó
un disparo lanzándose abajo con todo. Impecable y seguro, tuvo que retirarse momentáneamente
del terreno de juego tras un golpe fortuito.
Lejeune: 3. Tras protagonizar una evidente mejoría en
las últimas jornadas, su acción infantil propició el gol del Elche tras un
forcejeo con Lolo tras ser previamente advertido por el colegiado. Si se le dio
en su día el toque a Richy tras su descenso en el juego, el francés hace
partidos que suma méritos a la causa.
Aday: -. Duró diez minutos hasta que una nueva lesión muscular le
obligó a abandonar el terreno de juego. Una auténtica lastima tras ser el
jugador más destacado la anterior jornada.
Javi Álamo: 6. De menos a más, se mostró especialmente
activo en el sprint final, con el Girona volcado en busca del empate. Propuso
varios centros interesantes que no encontraron rematador y el peso ofensivo del
equipo pasó por sus botas.
Pere Pons: 6. Todos sentimos un escalofrío al recibir la
noticia de que abandonaba el terreno de juego tras el descanso. Pieza clave en
el esquema, su lucha e ímpetu se han convertido en un habitual en cada partido.
Buena primera mitad, aunque con demasiado terreno por defender.
Eloi Amagat: 6. Su entrada coincidió con el cambio de sistema
a 4-4-2, situándose en el doble pivote al lado de Granell. Aportó una buena
circulación de balón, cambiando la orientación del juego e iniciando diversas
jugadas de peligro en los minutos finales.
Granell: 4. Mejor en la segunda mitad que en la
primera, aunque sigue sin ser el Granell de la pasada temporada. Irreconocible
en alguna asistencia que no solía fallar, le falta confianza para dar lo mejor
de sí mismo. Más seguro al lado de Eloi, sus intentos siempre terminaron en
nada.
Clerc: 4. Mejor defensiva que ofensivamente, el joven
carrilero izquierdo no logra mantener una continuidad en el juego que le haga
merecedor de un sitio en el once inicial. Le falta desequilibrio individual
aunque tiene un buen sentido colectivo del juego.
Felipe: 4. No está acertado en el uno contra uno y, a
medida que transcurren las jornadas, parece que la pérdida de confianza en sí
mismo se agiganta. Como Granell, necesita una buena actuación para recuperar
sensaciones.
Mata: 4. Impecable en entrega y generoso en esfuerzo, el rendimiento
del delantero sigue viéndose limitado por su falta de gol. Tuvo varias opciones
pero siempre eligió la peor, especialmente en dos acciones cuando desperdició
la opción de pase con todo a favor.
Rubén Sobrino: 5. Peligroso cada vez que participa en
acciones ofensivas, un golpe le obligó a abandonar el terreno de juego durante
la primera mitad. Su participación y mejoría física se antojan clave en 2016
para lograr la permanencia.
Jairo: 4. Se mostró demasiado precipitado ante
portería en los minutos en que el equipo más apretaba. Tuvo dos acciones claras
de disparo que desperdició al mandar el balón por encima del travesaño en la
primera y marcharse su lanzamiento muy desviado en la segunda.
Pablo Machín: 4. Apostó por Mata en su único movimiento en
el once inicial respecto al anterior encuentro. Los cambios obligados por
lesión le dejaron sin más cartas que usar en los minutos finales pese a que él
mismo descartó una de inicio al no convocar a Borja García en una decisión que
no se entiende visto el rendimiento del madrileño cada vez que ha disputado
minutos. Al descanso y ante la lesión de Pere Pons, modificó el sistema a un
4-4-2 que enseñó una mejor versión del equipo. Tras una pésima primera mitad en
cuanto a sensaciones, en la segunda el equipo tiró de carácter (más por inercia
que por juego) para ofrecer una mejor imagen.
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